Próximo Paso - Episodio #002
La Perla del Navegante
Domingo 19 de Junio de 2022
Bienvenidos Navegantes, Bienvenidos visitantes.
Bienvenidos los marineros. Bienvenidos todos los pasajeros.
Soy Gerwuer y les saludo dándoles la bienvenida a bordo de este velero ⛵️
Tengo el gusto de presentarles: “La Perla del Navegante”
El podcast pensado para compartir tesoros de valor eterno.
Si has escuchado el programa anterior recordarás que hablé sobre el Buen Capitán que dirige este barco.
He mencionado que Él es el único que tiene poder para controlar las olas, el viento y el mar.
Vale la pena depositar toda nuestra confianza en este Comandante porque, como dije la semana pasada: su velero no se hunde jamás, aunque enfrente la más dura tempestad.
Me gusta pensar que en esta vida todos somos como Navegantes. Considero que todos al nacer ya estamos como en un barco que navega en altamar. En la vida, de alguna forma, siempre estamos en movimiento. Remamos muchas veces luchando contra el viento. Enfrentamos tormentas que algunas veces nos dejan desechos y sin aliento.
Yo lo veo de esta manera: nacemos, crecemos, estudiamos, trabajamos, maduramos, nos multiplicamos, y por último nos vamos.
La realidad es que en este mar algunos navegan con Dios y conocen el destino final, pero otros navegan solos y no tienen ni la menor idea hacia dónde van.
Creo que Dios realmente es muy bueno. Él lo ha demostrado de muchas maneras.
Pero su mayor expresión de bondad tuvo lugar aquel día en que se hizo hombre y vino al mundo a navegar.
Por decirlo así, Jesús se vistió de marinero. Navegó en una barca junto con otros pescadores expertos y se ocupó de buscar a los que estaban desamparados, perdidos y a punto de naufragar. Él mismo entregó su sangre para rescatar a los que ya se morían atrapados en la oscuridad.
Pero en mi diario navegar he podido hablar con personas que rechazan está verdad. Muchos dicen que Dios no es bueno y qué se vive mejor sin tener fe en el Creador.
Hoy quisiera contarte algo sobre un navegante que en su tiempo fue un gran compositor y pienso que también habrá sido un buen cantante.
Antes de decirte su nombre te contaré que hubo un momento en su vida en que casi se hundió por completo. Él mismo cuenta su historia en una de sus canciones.
Aunque este marinero formaba parte de la tripulación del Señor, hubo un momento en el que se dejó llevar por lo que veía a su alrededor y por poco se apartó del Buen Capitán, dudando de su bondad.
No se cual es tu situación pero tal vez te has dejado llevar por lo que ves en el mar. Tal vez dudas de la bondad de Dios.
Durante estos minutos te propongo que observes tu ubicación.
¿Hacia dónde vas con tu embarcación?
Examinemos juntos, en quietud y en oración el estado de nuestro corazón.
La pregunta sincera que debo hacerme hoy es:
¿Estoy navegando en la luz o ya me he desviado hacia la oscuridad?
El cantante del que te estaba hablando hace un momento se llama Asaf y compuso una canción que se encuentra en el Libro del Capitán, es decir en la Biblia.
Te propongo que leamos los tres primeros versos del Salmo 73.
Salmos 73:1-3
1- "Salmo de Asaf.
Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón.
2 - En cuanto a mí, casi, se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.
3 - Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos"
El título de la canción ya nos presenta a su autor, dice "Salmo de Asaf."
Este hombre fue uno de los más destacados músicos que servían en el Templo en tiempos del rey David. En total hay doce salmos que contienen la misma frase: "Salmo de Asaf"
El nombre "Asaf" hace referencia a recolectar, recoger, traer algo al hogar.
Llegará el momento en que seremos recogidos de la tierra, seremos reunidos como grano. Seremos recolectados para estar en la casa del granjero. Los buenos granos irán al granero y la mala semilla al fuego.
Asaf era un músico muy especial en la casa del Señor y de sus alabanzas podemos sacar preciosas enseñanzas.
Lo primero que el salmista quiere destacar en este Salmo es que Dios es bueno para con aquellos que forman parte de su pueblo.
"Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón." (Sal. 73:1)
Piénsalo de esta manera: en verdad Dios es bueno.
Dios es bueno siempre, y siempre Dios es bueno, sin importar lo que nosotros pensemos.
No importa la situación o la condición actual que debas enfrentar, si tu corazón ha sido lavado por la sangre de Jesús entonces formas parte de su pueblo y puedes confiar en que la bondad de Dios en todo momento te guiará y te protegerá. Dios es bueno y no te dejará.
Ahora bien, me asombra la sinceridad de Asaf, pues confiesa que por mirar a los arrogantes, casi termina perdido en cualquier parte.
No cualquiera que esté sirviendo en el Templo o que tenga cierta reputación se atrevería a confesar públicamente que estuvo a punto de pecar, que casi termina muy mal.
Es como si Asaf dijera…
“-Si, lo sé, Dios es bueno, pero yo soy malo, y la verdad es que casi me aparto del buen camino.”
Veamos como lo expresa el salmista:
"...casi, se deslizaron mis pies;
por poco resbalaron mis pasos." (Sal. 73:2)
¿Qué estás diciendo Asaf?
¿Cómo tú, un siervo de Dios, un adorador que debería dar el ejemplo, me dice que estuvo a punto de perder la fe y dejar todo lo que tanto amaba?
A decir verdad no nos debemos asombrar. Todos tenemos luchas y somos influenciados por esta sociedad que nos rodea, sobre todo si pasamos mucho tiempo mirando cómo viven los que no aman a Dios.
Si eres discípulo de Cristo sabes bien que corremos en sentido contrario a la mayoría y esto realmente trae diversas luchas, tentaciones y problemas.
Si somos honestos, muchas veces nos vemos atraídos por deseos que son contrarios a la voluntad de Dios.
El problema o la situación se agrava cuando en lugar de buscar ayuda nos esforzamos por tapar la verdad, ocultamos aquello que hicimos o lo que pensamos hacer y seguimos actuando como si todo estuviera bien.
Lentamente nos desviamos, nos deslizamos, y cuando nos damos cuenta ya es tarde porque estamos tan, pero tan alejados, que nos cuesta mucho volver.
Asaf, con toda honestidad dice: "Estuve al borde del precipicio, por poco terminó completamente destruido".
Pero… ¿Dónde comienza todo?
Por la experiencia de Asaf vemos que el primer paso está en no ponerle freno a los ojos.
Cuando nos dejarnos llevar por lo que dicta el corazón, nos desviamos del camino del Señor.
"...tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos" (Sal. 73:3)
Comparar nuestra situación con la de los demás nos lleva a creer la primera gran mentira:
“Dios no es bueno.
Dios no me deja ser feliz.
No puedo tener lo que otros tienen.
No puedo hacer lo que otros hacen, etc.”
La mirada nos habla de aquello a lo que apuntamos, los objetivos que buscamos en la vida. Las metas que queremos alcanzar.
Aunque ahora no lo veas el Capitán siempre está a tu lado. Él ha prometido que no te dejará y no te desamparará. No lo dudes. Él es bueno y te guardará por la eternidad.
Sería bueno en este momento hablar con el Capitán y pedirle que nos ayude a ver la realidad.
Me gusta lo que David en uno de sus salmos:
El Salmo 26:2
"Escudríñame, oh Señor, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón."
Pensando en Asaf me doy cuenta que en la vida corremos el peligro de dejarnos llevar por la corriente. Mirar lo que hace la gente. Creer que Dios no es bueno y apartarnos del camino verdadero.
Cada día tomamos decisiones. Podemos darle el control del timón a Dios creyendo que realmente Él es bueno y puede cuidarnos en el Mar, o podemos ignorar su Palabra y hacer nuestra voluntad.
El próximo paso nos puede elevar o derribar, podemos escoger este o aquel lugar, pero lo que no podemos hacer es quedarnos para siempre sobre el mar, porque tarde o temprano nos tendremos que marchar.
Deseo que tu próximo paso te acerque más a Dios.
Hasta la próxima, si Dios lo permite.
Te Saluda Gerwuer el marinero del velero.
Visita aquí 👉 La Bitácora de Gerwuer
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