La Voz que te ayuda a seguir - Episodio #004
La Perla del Navegante
Domingo 03 de Julio de 2022
¿Necesitas ayuda para seguir? ¿Te asusta lo que está por venir?
Presta atención a la perla de hoy.
Nuestra manera de reaccionar frente a lo desconocido es lo que demuestra en quién hemos creído. En el episodio de hoy quiero animarte a seguir la voz de aquel que te habla aunque no lo puedas ver.
¡Bienvenido visitante!
Soy Gerwuer, el navegante que busca perlas y las comparte.
Las perlas son valiosas, son como piedras preciosas, pero no se encuentran en la superficie de la tierra, sino en las profundidades del mar.
Si las quieres conseguir las debes buscar.
Existen perlas que son genuinas, son muy especiales, también existen las perlas artificiales, que son solo vanidades.
Pero yo busco y comparto las perlas espirituales. Estas son las principales porque tienen un valor eterno.
Si las quieres descubrir acompáñame en este velero que navega rumbo al cielo.
Hoy se cumplen 184 días desde que zarpamos para recorrer este nuevo año.
Estamos justamente a mitad de camino, en la semana número 26.
Mirando hacia atrás, a los últimos seis meses recorridos, debo decir que han sido muy duros, sobre todo pensando en la guerra que enfrentan Rusia y Ucrania. ¡Cuántas personas han perdido la vida! ¡Cuántos hay que hoy se encuentran a la deriva, navegando la vida sin saber cómo seguir!
Querido navegante, hoy quiero animarte a prestar mucha atención porque de lo contrario puedes terminar destruyendo tu embarcación.
Permíteme que te diga que, si no quieres naufragar en este mar de la vida, debes escuchar y obedecer la voz de aquel que te habla aunque no lo puedas ver.
No se cual es tu situación. Tal vez estás pasando por un este tiempo de bonanza y de fiesta. No te interesa nada de lo que está por venir. Prefieres disfrutar el hoy.
O por el contrario, tal vez estás pasando por un tiempo de tormento, el futuro se ve muy negro. Te asustas y no sabes cómo seguir.
Hay muchos tipos de personas en este mar de la vida. Algunos son temerosos y precavidos, buscan consejo, buscan sabiduría, pero otros son orgullosos, avanzan seguros, creen tener siempre la razón.
Hoy quisiera compartir contigo un relato que sirve para ilustrar esto que acabo de mencionar:
Se trata de un capitán que estaba a cargo de un buque de guerra y navegaba por el mar en dirección a otra tierra.
Así comienza esta historia:
"Era una noche sin luna. La oscuridad no les permitía ver lo que tenían por delante.
Los motores del buque seguían avanzando porque el capitán se sentía muy confiado a bordo de su gran acorazado.
De pronto, en la penumbra, los marineros divisaron unas luces que parecían avanzar directamente hacia ellos. Entonces, con temor se acercaron al capitán para pedir su consejo. Querían saber si debían cambiar de dirección.
El capitán miró hacia adelante y les respondió:
“-De ninguna forma. El que tiene que cambiar su curso es el que viene de frente.
Envíen un mensaje a ese otro barco para que inmediatamente gire el timón y salga de nuestro camino."
De inmediato cumplieron su mandato y enviaron este mensaje:
“-Altere su rumbo diez grados hacia el sur o de lo contrario nos vamos a estrellar”.
Desde el otro lado la respuesta no se hizo esperar:
“-Es usted quien debe alterar su rumbo diez grados hacia el norte o sufrirá las consecuencias".
El capitán del buque estaba realmente enfadado. No podía creer lo que estaba escuchando. Por lo tanto envió un segundo mensaje:
“-Le habla el capitán. Esto es una orden. Altere su rumbo diez grados hacia el sur”.
Al momento llegó una humilde y tranquila respuesta:
“-Yo soy el marinero tercera clase Martínez. Altere su rumbo diez grados hacia el norte”.
Entonces el Capitán, pensando infundir temor, le contestó:
“-Le repito por última vez marinero y le pido que me obedezca, altere ahora mismo su rumbo. Yo estoy al mando de un Gran Buque de guerra”.
Entonces el marinero con calma le contestó.
"-Entiendo que usted sea el capitán de un buque de guerra, pero le aseguro que en su dirección se equivoca: Yo soy el marinero que está al mando del Faro construido sobre la roca."
Oh, cuántos en la vida actúan como este capitán. No atienden a la voz de aquel que les habla y les advierte del peligro que les espera si siguen avanzando a toda vela.
Quiero decirte que, así como aquel Marinero hablaba al capitán del barco para que cambie de rumbo, de la misma forma hoy Dios está hablando y su voz nos advierte del peligro. Si nosotros no cambiamos el recorrido terminaremos destruidos y perdidos.
Si has escuchado el primer episodio ya sabes que, este velero en el que navego, pertenece a un carpintero que entregó su vida y su sangre en el madero. Me refiero a Jesús, quien es el Buen Capitán, es el Comandante que nos sostiene y nos ayuda a seguir adelante.
Hoy te hablo como aquel marinero del faro. Tu no me puedes ver pero el consejo que te quiero dar te ayudará a navegar con toda seguridad.
Para poder seguir adelante solo debes obedecer la voz del buen Comandante.
Si no quieres naufragar en este mar de la vida, asegúrate de estar en el verdadero velero que navega con rumbo al cielo.
Para finalizar te quiero contar que hubo un tiempo en mi vida donde navegaba a la deriva.
Era como el capitán del gran acorazado, avanzaba seguro y confiado con la religión que desde pequeño me habían enseñado.
Estaba convencido que solo mi rumbo era el correcto. Los demás estaban en un error. En mi corazón pensaba que realmente navegaba con Dios, pero mi vida demostraba que yo seguía los deseos de mi corazón. Además cuando leía la Biblia no la entendía. Prefería seguir las enseñanzas de la tradición y los dogmas de la religión. Nunca se me ocurrió pensar que estaba equivocado hasta que un día escuché la voz de un marinero. Su nombre es Juan Gava. Él es un misionero y usando la Biblia me mostró que yo estaba cometiendo un error al seguir en la misma dirección navegando sin el Señor.
Este querido navegante me ayudó a conocer a Jesús como Salvador. Me regaló un pequeño libro llamado Las siete características de un verdadero Cristiano, escrito por Wim Malgo. Cuando terminé de leer ese pequeño libro me di cuenta que yo estaba completamente perdido.
Entendí que debía nacer de nuevo si quería llegar al cielo. Finalmente y por la fe acepté que debía cambiar de embarcación. Me subí al velero del Señor. Ahora yo también soy un marinero, un navegante que les muestra a otros el camino al cielo.
Quiero dejarte el mismo consejo que me dió Juan hace mucho tiempo atras cuando me regaló mi primera Biblia.
El me dijo: Aquí tienes el mapa, no consultes otra cosas. No te guíes por lo que otras personas digan. Te pueden estar mostrando un camino equivocado. Consulta solo el mapa y sé sabio.”
Querido amigo, querido navegante, no se cual es tu situación pero te aseguro que si necesitas ayuda para seguir adelante en medio de este mundo que va camino al desastre, necesitas hacer lo mismo que hizo David quien se atrevió a decirle a orar de esta manera:
Salmo 139: 23 - 24
“Examíname oh Dios y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y mira si estoy andando por camino de maldad, y guíame en el camino hacia la eternidad”
Te dejo la perla para hoy:
“Si no sabes como seguir, consulta el mapa. Escucha la voz de aquel que te habla y te guía con su gran sabiduría.”
Para finalizar quiero decirte que existe una Perla especial, es la Perla de gran Precio, no se encuentra nada igual, ni en la tierra ni en el mar. Si la quieres encontrar la debes buscar.
Esa Perla está en la Patria Celestial y hacia allá vamos, siguiendo la voz del Capitán, te invito a que des un paso de fe y que subas al Velero sigamos, juntos a Jesús el único que nos lleva directo al cielo.
Muchas gracias por escuchar este episodio de La Perla del Navegante.
Si compartes estas Perlas puede ser que otros conozcan el camino a la vida eterna.
Si estas verdades te enriquecen y te liberan, te pido que las compartas con otros que en este mar de la vida también navegan.
Te saluda Gerwuer el Marinero.⛵️
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