7 Características de un verdadero cristiano. Soporta y Vence.(parte 10)


La Perla del Navegante Episodio #017

7 características de un verdadero cristiano.
(Parte 10) 


No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
(1 Corintios 10:13)

“Desde los mares de la vida, dejando el pasado atrás,

va el navegante Gerwuer, siguiendo la voz del Capitán.

Sean todos bienvenidos a bordo de este velero que navega rumbo al cielo.

Ahora mismo los dejo con Gerwuer el Marinero…”



¡Bienvenido a bordo querido visitante y muchas gracias por escuchar este nuevo episodio.


Soy Gerwuer, el navegante que busca perlas y las comparte.


Las perlas son valiosas, son como piedras preciosas, pero no se encuentran en la superficie de la tierra, sino más bien en las profundidades del mar. Si las quieres conseguir, las tienes que buscar. 


Existen perlas que son genuinas, son muy especiales,

también existen las perlas artificiales, que son solo vanidades. Pero yo busco y comparto las perlas espirituales. Estas son las principales porque tienen un valor eterno. Si las quieres descubrir acompáñame en este velero que navega rumbo al cielo.


Introducción: 


Nuevamente quiero darte las gracias por acompañarme en esta travesía buscando esas perlas preciosas que le agregan valor a la vida.


Si es la primera vez que escuchas el podcast quiero contarte que estoy compartiendo un pequeño libro llamado  7 características de un verdadero cristiano, escrito por Wim Malgo.


En el episodio anterior vimos que un cristiano verdadero no está a salvo del sufrimiento. Viene a mi mente lo que Jesús le dijo a sus discípulos: “En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33) y con nosotros no habrá una excepción.


Es sabido que en este mar de la vida enfrentaremos duras pruebas y aflicciones pero también tendremos que luchar contra las tentaciones. 


El querido apóstol Pablo enfrentó más de un naufragio en su vida mientras llevaba el evangelio de una a otra orilla. 

En una de sus cartas escribió unas palabras que me han acompañado y me han alentado muchas veces. 


Si tienes allí contigo una Biblia te invito a abrirla en la primera Carta a los Corintios, leamos juntos el capítulo 10 en el verso 13 donde dice:


"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." (1Co 10:13)


Quisiera repetirlo una vez más pero a mi manera. 

Para mi es como si Pablo nos dijera:


Mis queridos marineros ustedes no han pasado por ninguna tormenta que otros no hayan atravesado. Todas las pruebas, las tentaciones, las luchas y aflicciones que les han sobrevenido en este recorrido son las mismas que otros también han sufrido, pero pueden confiar en Dios, que él no va a permitir que ustedes sufran más tempestades de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las mayores luchas y tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir para seguir adelante.  (1 Corintios 10:13)


Justamente de esto se trata este nuevo episodio.

Es verdad que la gente del mundo también enfrenta tentaciones, luchas, adversidades y sufrimientos, pero la diferencia con el cristiano verdadero está en que este logra vencer la tentación, y si cae, se levanta, pide perdón y logra seguir en pie después de la angustia y el dolor. 


En su libro Wim Malgo sigue diciendo: 

El renacido vence las tentaciones y los pecados.

¡Si! Mi querido amigo… La victoria es el resultado magnífico del sacrificio de Jesucristo en la cruz. 


Cuando Jesús clamó: "Consumado es!", fue vencedor sobre Satanás, el pecado y la muerte. Así pues, todos aquellos que están en Cristo, es decir, los renacidos, son también vencedores en Jesús. 


Aun cuando un hijo de Dios es tentado, y siente su propia debilidad e impotencia, no se detiene en esto, sino que da las gracias por la victoria de Jesucristo, la cual le es concedida.


Pablo escribió estas palabras en su carta a los Romanos:


“Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.”

(Romanos 7:25)


Más adelante, escribiendo a la Iglesia de Corinto Pablo dijo:

«Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.»

(1 Corintios 15:57)


Pablo asegura que el creyente tiene la victoria por medio de Cristo.


¿Será que un renacido se ha transformado en un hombre tan fuerte? 

¡Oh, no! De ninguna manera… Él es aún más débil. 


¿Será que ha desaparecido de él la naturaleza pecaminosa, debido al nuevo nacimiento? 

¡Te aseguro que no! Él cristiano verdadero siente la presencia del pecado.


El renacido no tiene ninguna autoridad sobre el poder del pecado, aunque luche como quiera luchar. 


Tú que tal vez dices: 

"Trato de ser un buen cristiano: no me falta la buena voluntad'' tienes que entender que todas tus "buenas intenciones" y tu "buena voluntad" son en vano. 

El poder del pecado es demasiado grande; Satanás es demasiado fuerte. 


¿Cómo, pues, puede obtener la victoria aquel que ha renacido? 

La respuesta es: Solo si Jesús vive en él. 

«Cristo en mí»… Lo repito “CRISTO EN MI”

Ésta es la garantía de la victoria en la vida cotidiana. 


¡El nuevo nacimiento no es un invento teórico, algo de poca importancia, sino un acontecimiento divino, poderoso y revolucionario que se produce dentro de un corazón humano! 


Jesucristo, o sea, Dios mismo, ha hecho morada en tal corazón por el Espíritu Santo. Él es quien triunfa a través del renacido. 


¡Oh, qué necedad están practicando aún muchos creyentes! siguen siendo esclavos de sus pasiones durante toda la vida, y entonces oran: «Señor, querrás liberarme alguna vez?»


Mi querido hermano, mi querida hermana: si has nacido de nuevo, entonces Jesús mismo habita en ti. ¿Lo entiendes?


¿Qué debes hacer ahora, si de pronto eres tentado? 


Todo tu ser quiere pecar. Surge el enojo. De repente quieres enfurecerte. Sientes que sube la ira en ti, la falta de amor, los deseos impuros, la avaricia o cualquier otro pecado. ¿Qué haces entonces? "Bueno", dices, "lucho".


Precisamente por esto fracasas. Haz la prueba de arrodillarte en el momento en que el pecado se está manifestando poderosamente en ti, y dile al Señor:

"¡Señor Jesús, te doy las gracias! ¡Tú moras en mí, y tú has triunfado por mí en la cruz del Calvario!" 

En ese mismo instante tienes la victoria.


Ahora tú, que eres un cristiano de nombre, ¿no te das cuenta de que te falta lo más importante?…  Te falta ¡Jesús! 

 

Si bien le conoces. Has oído hablar de Él. Hasta has sido bautizado en Su nombre. Crees todo, y afirmas todo. Probablemente conoces, en cierto modo, la Palabra de Dios. Pero todo esto es como leer un menú en un restaurante: con leer la lista de platos solamente, y todo lo que está indicado en ella, no se llena tu estómago, no se sacia tu hambre. Con leer o conocer lo que dice la Biblia tampoco salvarás tu vida. Es decir, la lectura no te sirve de  nada si no crees en la Palabra y recibes a Jesús en tu alma.


¡Qué infeliz eres! A pesar de que conoces algo de Jesús, no tienes Su salvación. Aunque has oído ya repetidas veces la historia de la cruz, no tienes victoria. Quizás has llorado a menudo, en silencio, por tus pasiones oscuras, y has tratado de sacudir este yugo de esclavitud. Pero Satanás se ríe de ti. No le importa que te llames "cristiano". Tampoco tiene nada que objetar a que oigas una predicación, que seas bautizado o confirmado. 


La religión en sí no es ningún obstáculo para que él diablo pueda mantenerte atado. Pero él tendrá que soltarte tan pronto como acudas a la cruz. ¿Por qué persistes en tu religión de justicia "propia"? ¿Por qué? ¿Por qué una gran parte de los hombres se queda lejos del nuevo nacimiento?


Aquí está la razón: ¡El pecado del orgullo! 

El que acude a la cruz, se condena a sí mismo, reconoce que es pecador y que merece el castigo y se considera como uno que ha sido ejecutado. Allí Dios condena al hombre entero, pero le condena en Cristo, motivo por el cual el que acude a la cruz puede llenarse de gozo.


Esto escribió Pablo:

 "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1). 


El juicio ya ha sido efectuado en ese hombre. Allí, en la cruz, deja su vieja vida pecaminosa y recibe en cambio una vida nueva y eterna: la que Jesús le da.


Juan escribió estas preciosas palabras de Jesús:

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”

(Juan 10:27-28)


Más, aquí está el gran obstáculo para el corazón soberbio del hombre. Más de uno está dispuesto a participar en la vida religiosa; pero pocos son los que están dispuestos a presentarse ante la cruz como pecadores conscientes de su culpabilidad. Así eres tú, y por eso seguirás siendo un pobre pecador atado y perdido. 

¡Oh!, por favor, ahora arrepiéntete de tu orgullo y dí:


"Cuán tiernamente me has llamado, Señor, a Ti acudo como gran pecador buscando Tu perdón y en Tu sangre salvación".


Entonces podrás exclamar con aquellas mismas palabras de Pablo


"¡Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! 

(1 Corintios 15:57)


Hasta aquí esta parte del libro de Wim Malgo.


Querido amigo que hoy me escuchas, si todavía estás lejos de Jesús, si todavía no has creído, no has respondido a su llamado, por favor hazlo hoy mismo. 


Lo que más deseo con estos mensajes es que también llegues a ser un marinero más en el velero que se dirige al cielo. 


Para ser claro y muy directo, deseo que seas un cristiano auténtico. Para esto tienes que dar un paso de fe, tienes que creer en Jesús como tú Salvador y buscarle en oración pidiendo perdón, tienes que abrir tu corazón y recibir a Jesús ahora, antes que se termine tu recorrido en esta vida. 


Esta es la verdad que debemos saber todos los seres humanos: 


Nuevamente gracias por acompañarme.


Te invito a registrarte presionando el botón que dice Seguir.

 

No olvides invitar a otros para que se unan en este viaje rumbo al cielo, siguiendo a Jesús quien es el buen Capitán del Velero.


Recuerda que si compartes estas Perlas, puede ser que otros también conozcan el camino a la vida eterna.


Si has encontrado La Perla preciosa y de gran valor no la dejes guardada en un cajón. Comparte con otros el mensaje de Salvación. 

Naveguemos día tras día siguiendo siempre La Biblia. Escuchemos la voz de Dios que nos guía con su gran sabiduría. 


Te saluda Gerwuer © el Marinero.⛵️

Hasta la próxima, si Dios lo permite.


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